En el entorno urbano actual, cada vez es más común encontrarnos con edificios y conjuntos residenciales que agrupan múltiples viviendas. Para poder convivir en armonía es importante conocer qué es la propiedad horizontal y cuáles son sus principales usos. Si tú aún no la conoces, descuida, porque te lo contamos a continuación.
Juntar distintas casas en un mismo inmueble conlleva retos legales y administrativos que deben abordarse si queremos garantizar una coexistencia armoniosa. Motivo por el cual surge la ley de la propiedad horizontal.
Qué es la propiedad horizontal
Si alguna vez has vivido o actualmente vives en una comunidad con distintas viviendas, sabrás lo complicado que puede ser la gestión de aquellos elementos que son comunes a todos los propietarios, como puede ser el portal, la piscina, los jardines, etc.
Pues bien, el propósito de la Ley de la propiedad horizontal es precisamente velar por el buen uso y el mantenimiento de todas estas zonas, para lo cual establece una serie de normas que deben ser respetadas por todas aquellas personas que habitan la comunidad.
En qué consiste el régimen de propiedad horizontal
Como acabamos de ver, este régimen se basa en el principio de copropiedad, donde cada propietario adquiere un derecho exclusivo sobre su unidad privada y, al mismo tiempo, comparte la titularidad de aquellos elementos del edificio que son compartidos por todos los vecinos.
De esta manera, el régimen de propiedad horizontal nos ayuda en cuestiones como son:
- Regulación de responsabilidades: este documento establece cuáles son las responsabilidades tanto a nivel individual como colectivo de todos los copropietarios.
- Toma de decisiones: también ayuda a establecer los procedimientos necesarios para la toma de decisiones que afecten a toda la comunidad, como pueden ser la realización de ciertas obras de mejoras o el nombramiento de un nuevo administrador.
- Protección de los derechos de los copropietarios: además, este reglamento también busca proteger los derechos de cada uno de los propietarios, asegurando que se eviten los abusos y que cumplan con los intereses de los mismos.
- Resolución de conflictos: por último, también es importante destacar que este reglamento proporciona un marco legal necesario para la resolución de ciertos conflictos dentro del seno de la comunidad.
En definitiva, se trata de un documento necesario para establecer aquellas normas que rigen la comunidad y que son de obligado cumplimiento para todas las personas que viven en la misma.
Qué elementos conforman la ley de propiedad horizontal
Una vez hemos entendido con mayor profundidad en qué consiste la Ley de la Propiedad Horizontal, es necesario hacer un repaso sobre aquellos elementos que se incluyen en la misma, aspectos que vamos a ver a continuación.
Derechos relacionados con el uso y disfrute de elementos comunes
Para hablar de elementos comunes debemos recurrir al artículo 396 del Código Civil, el cual indica que son todos aquellos necesarios para el adecuado uso y disfrute de los diferentes pisos de un edificio o los espacios que sean susceptibles de un aprovechamiento independiente. Hablamos entonces de lugares como escaleras, garajes, piscina, etc.
La ley de la propiedad horizontal establece el derecho de los vecinos a usar las mismas, pero también la obligatoriedad en relación con su correcto mantenimiento. Además, aquí también se establece el derecho de los propietarios a realizar las modificaciones que quieran siempre y cuando sean dentro de su propia vivienda.
Derechos relacionados con las Juntas de la Comunidad
Otro de los grandes bloques de este reglamento, es aquel que habla del derecho que tienen los propietarios a formar parte de las juntas de comunidad, a proponer temas de interés que se puedan incluir en la orden del día e incluso a impugnar aquellos acuerdos que sean contrarios a la ley o a los estatutos.
Es decir, todas aquellas cuestiones relacionadas con los derechos de los distintos propietarios a formar parte de las decisiones que afecten a la comunidad.
Conclusiones
Como puedes ver, la ley de la propiedad horizontal es un documento necesario para la correcta gestión de aquellos complejos residenciales en los que existen diversos propietarios, como los que tiene Grupo Jamsa en ciudades como Valladolid o Marbella.
De esta forma, se puede regular la relación entre los vecinos, garantizando que todos dispongan de sus derechos y cumplan con sus obligaciones.