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Vivir frente a Santander

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Cuando se entra en Santander y se cruza de parte a parte, desde la calle Marqués de la Hermida o desde la calle San Fernando, hasta Mataleñas y el faro de Cabo Mayor, se tiene después la percepción de que la ciudad ha ido de menos a más. Es como si la misma se hubiera cincelado a lo largo del tiempo añadiendo cada vez más belleza a medida que nos adentramos en ella. 

La inmediatez del mar ya se percibe al principio en los aledaños del Puerto o Barrio Pesquero, cuya vida popular, los barcos, bares y tabernas ya nos ofrecen una agradable sensación. 

Llegados al centro, el paisaje urbano cambia sustancialmente. 

Centro histórico de Santander: vida urbana y cultural en el corazón de la ciudad 

La bahía de Santander es la única del norte de España orientada al sur y calificada tradicionalmente como una de las más bellas del mundo, sobre todo en un día gris, como dijo el escritor Jorge Semprún. Y la ciudad se asoma sobre ella. 

El incendio de febrero de 1941 dejó a Santander sin una gran parte de su centro histórico, pero a cambio surgió uno nuevo, pleno de modernos edificios señoriales con amplias avenidas que se prolongan en los antiguos muelles por el Paseo de Pereda llegando más allá, bordeando el mar, a la zona del Sardinero, surgida a partir de la costumbre de los veraneos reales de principios del siglo XX, dando todo ello lugar a una ciudad dotada en cualquiera de sus barrios de los más selectos servicios de oferta turística de ocio y restauración. 

Así, resulta Santander una capital elegante, de porte aristocrático, y al mismo tiempo de una gran vibración cultural y popular. 

Estamos en el centro, y de un “centro” hay que hablar: el impresionante Centro Botín, colgado sobre la bahía por voluntad de su arquitecto, Renzo Piano, Premio Pritzker de Arquitectura. Un imponente y modernísimo edificio, aunque también sobrio y elegante. 

En esa zona central de la ciudad se está gestando, y será realidad en uno o dos años, un anillo cultural formado por el propio Centro Botín, el Edificio Pereda, que recogerá la colección de arte del Banco Santander, y el antiguo edificio del Banco de España, frente a la Plaza Porticada, que albergará el ingente Archivo Lafuente de documentación artística, bajo la advocación del Centro de Arte Reina Sofía. 

Antes mencionábamos el Paseo de Pereda. Allí, así como en las calles interiores al mismo, todo lo cual se salvó en el incendio, late el otro centro alternativo de la ciudad, el corazón del ocio y la gastronomía, con gran profusión de bares y restaurantes, amplias terrazas y barrios míticos como el Río de la Pila, donde se encuentran los no menos míticos restaurante El Riojano, el Bar Cantabria y muchos otros. Ese ambiente se prolonga hasta Puerto Chico, con el Club Marítimo literalmente metido en la bahía, su puerto deportivo y en un futuro muy próximo el museo de Prehistoria y Arqueología. 

El Sardinero: vivir junto al mar y disfrutar de la playa

Y llegamos al también mencionado Sardinero, a través del bellísimo Paseo de Reina Victoria pasando por el Palacio de la Magdalena y antes por el Palacio de Festivales, diseñado por otro legendario arquitecto, Sáenz de Oiza. 

El Sardinero no es solo una señorial zona residencial, con sus edificios nobles, el imponente Gran Casino, los hoteles y las playas, sino que es también uno de los lugares preferidos de asueto de los santanderinos, vivan allí o no, para el ocio y la gastronomía, todo ello al pie del mar abierto. 

Finalmente, y ya sin una salida que forzosamente nos impondrá el regreso, encontramos el campo de golf de Mataleñas, la playa del mismo nombre y el entorno del Faro de Cabo Mayor. 

Pero no regresamos por el mismo camino. Santander tiene un ensanche por el norte que forma una gran realidad urbanística presente e incluso futura, la denominada gran área de Cueto-Valdenoja, que ocupa toda la ladera entre la ciudad y el mar Cantábrico abierto. De allí, a través de la llamada autovía S-20 que la cruza, salimos de nuevo de Santander. 

Seguridad y calidad de vida en las zonas de viviendas de Santander

Pues bien, frente a Santander, al sur de la bahía y dominando la vista de la ciudad, se encuentra la pequeña localidad de Loredo, de apenas 700 habitantes y a dos minutos de su bellísima playa principal, donde estamos alzando nuestro sueño urbanístico: la urbanización LONG BEACH, promovida por Grupo Jamsa.  

Nuestra promoción tiene una original configuración cerrada de varios bloques de dos alturas mas otra de bajocubierta, con una construcción moderna y alegre, dotada de zonas comunes de esparcimiento, piscinas, minicampo de golf, juegos infantiles y arbolado, todo ello al exclusivo servicio privado de los residentes del complejo. 

Como hemos dicho, Loredo y sus playas dominan la bahía y la ciudad de Santander, de la que le separa apenas media hora por carretera, aunque con la atractiva posibilidad muy cercana de cruzar la bahía en modernas embarcaciones durante todo el día. 

Loredo es el pueblo turístico de moda del Arco Sur de la bahía, perteneciente al municipio de Ribamontán al Mar, que se ha convertido en el paraíso del surf, atrayendo numerosos visitantes todo el año, que además pueden disfrutar de la amplia oferta gastronómica no sólo en la propia localidad sino en los numerosos pueblos que salpican los alrededores. 

Y ahí estamos. Esto es lo que le ofrecemos. La vida plácida que llene nuestros minutos de ocio y relajación con todas las posibilidades que sólo un entorno como el que presentamos puede reunir. 

Estamos a su plena disposición: Vivir Santander, vivir frente a Santander, y vivir su bahía. 

Le esperamos.