Los términos de arrendador y arrendatario son dos conceptos que se utilizan habitualmente en el ámbito inmobiliario y que suelen generar cierta confusión debido a que tienen una terminología parecida. En ocasiones, esto puede llevar a no comprender plenamente el papel de cada uno.
Por lo tanto, en este artículo nos centraremos en comprender estos términos con mayor profundidad. Exploraremos cuáles son sus responsabilidades, derechos y obligaciones, con el objetivo de aclarar cualquier duda al respecto. Te animamos a continuar leyendo.
Qué es el contrato de arrendamiento
Como sabes, el contrato de arrendamiento es el documento que regula la relación entre las dos partes que van a alquilar una propiedad, y está regulado por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
En el contrato se definen todos los derechos y obligaciones de cada parte, siendo especialmente relevantes aquellos relacionados con la descripción de la propiedad, la duración del arrendamiento, el importe de la renta a pagar y el método de actualización del mismo, las garantías requeridas, avalistas si lo hubiera, los gastos adicionales y las cláusulas de rescisión.
Y si el inmueble está amueblado, deberá incluir una descripción detallada de los bienes existentes.
Quien es el arrendatario en contratos de arrendamiento
Pero, ¿quién es el arrendador? Tal como hemos visto anteriormente, el arrendador es la persona física o jurídica que alquila la propiedad, es decir, la persona propietaria del bien. Cuando nos referimos al arrendador, hablamos del propietario del piso que vamos a alquilar, quien tiene una serie de obligaciones que es fundamental conocer.
Funciones y obligaciones del arrendador
El propietario del inmueble tiene una serie de funciones y obligaciones que vamos a conocer con mayor detalle a continuación:
- Entregar y mantener la vivienda en buen estado, lo que implica que el inmueble debe reunir las condiciones de higiene y seguridad necesarias como para ser habitable.
- Realizar las reparaciones necesarias para mantener el inmueble en buenas condiciones.
- Pagar los gastos de la comunidad y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), si así se ha acordado en el contrato.
- Respetar la tranquilidad del inquilino y no ingresar a la vivienda sin autorización del arrendatario. Incluso si es el propietario, el domicilio es inviolable.
- No cobrar una renta más alta de lo permitido por la ley y lo establecido en el contrato. La cuota pagada por el alquiler no puede subirse más de una vez al año y debe notificarse el cambio con, al menos, un mes de antelación.
- Tener un seguro que cubra, por lo menos, el continente de la vivienda.
- Depositar la fianza recibida en tiempo y forma en el organismo oficial pertinente que establece cada comunidad autónoma. El IVIMA en Madrid, Incasol en Cataluña, el AVRA en Andalucía, entre otros. En los arrendamientos de viviendas, la LAU establece que el importe de la fianza será el equivalente a un mes de renta, y dos para locales comerciales.
- Devolver la fianza y cualquier otra garantía solicitada, como avales o depósitos complementarios, una vez finalizado el contrato. Es importante señalar que el arrendador debe devolver al inquilino el importe entregado como fianza, descontando los gastos imputables al mismo. Las demás garantías solo se utilizan para asegurar el pago de la renta.
Además de las mencionadas, debemos tener en cuenta que el arrendador también puede tener otras obligaciones específicas, dependiendo de lo que se haya pactado en el contrato de arrendamiento.
Quien es el arrendatario en contratos de arrendamiento
Por su parte, el arrendatario es la persona que alquila el inmueble. Es decir, es aquel que tiene derecho a disfrutar de forma temporal de un bien a cambio de un pago acordado previamente. Esto es lo que conoceríamos como inquilino.
Al igual que ocurría con el arrendador, el arrendatario tiene una serie de derechos y obligaciones que debe saber antes de firmar cualquier contrato de alquiler.
Funciones y obligaciones del arrendatario
Entre las funciones y las obligaciones del arrendatario o inquilino se encuentran las siguientes:
- Pago puntual del alquiler. Este debe realizarse en la fecha indicada en el contrato de arrendamiento, independientemente de si se está usando la propiedad o no.
- Entregar las garantías acordadas en el contrato.
- Hacerse cargo del pago de los suministros, a menos que se acuerde lo contrario en el contrato.
- Cuidar la vivienda. El inquilino también tiene la responsabilidad de mantener la vivienda en buen estado. Por lo tanto, debe realizar las reparaciones menores necesarias para este propósito.
- Notificar los daños al arrendador. Si se produce algún daño en la propiedad, el inquilino debe informar al arrendador para que pueda solucionarlo lo antes posible.
- Cumplir con la normativa de la comunidad de vecinos y no molestar a los vecinos: El inquilino debe respetar las normas de convivencia y los horarios de ruido, velando por la tranquilidad de los vecinos.
- No subarrendar la vivienda sin autorización por escrito del propietario.
- Contratar un seguro para el contenido de la vivienda, a menos que el arrendador lo asuma.
- Dejar la vivienda en buen estado al finalizar el contrato: El inquilino es responsable de devolver la propiedad en las mismas condiciones en que la recibió, realizando las tareas de limpieza y reparación necesarias.
Y tal y como indicamos en el caso del arrendador, el arrendatario también puede tener otras obligaciones adicionales que se hayan pactado en el contrato de alquiler.
Conclusiones
La distinción entre arrendador y arrendatario puede resultar, en ocasiones, algo confusa. No obstante, esperamos que este artículo te haya servido para aprender a diferenciar ambos conceptos de forma más sencilla.
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